Miércoles, 5 de marzo de 2025 | 8° Semana del Tiempo Ordinario

📖 Evangelio según san Mateo (Mt 6,1-6. 16-18)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendrán recompensa de su Padre celestial.

Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

🙏 Comentario

En el evangelio de San Mateo la justicia no tiene que ver nada con un concepto filosófico, sino con una práctica de la compasión y el cumplimiento de la voluntad de Dios. De ahí que Jesús le advierta a sus discípulos que su justicia tiene que ser superior a la de los fariseos. Estos eran cumplidores de la Ley pero poco compasivos, cumplían porque les tocaba más no porque amaran verdaderamente a los hermanos; estaban más pendientes de parecer personas buenas que se serlo en esencia: les preocupaba demasiado la honra de los demás, el tener buena fama y ser reconocidos.

Dar limosna es un deber cristiano fruto de la compasión con aquellos hermanos más necesitados. La oración debe ocurrir en el silencio del corazón, sin tanta parafernalia, sin publicitarse como personas muy orantes. El ayuno debe terminar en solidaridad: sería excelente privarse del alimento para dárselo a quienespasan hambre y sed. Jesús propone un camino de humildad: estas prácticas deben suceder en secreto. Sólo así es posible superar el espíritu fariseo. 

Hoy, miércoles de ceniza, la Iglesia nos invita a iniciar el camino cuaresmal de la mano de estas prácticas. Debe ser un tiempo de recogimiento, de oración, de introspección, de conversión, de tomar decisiones. Serán cuarenta días para vivir y pensarnos como creyentes. El amor, los sacramentos y la solidaridad nos ayudarán a prepararnos para vivir la fiesta de la Pascua.

💌 Mensaje

Las prácticas cuaresmales no son para que otros nos vean ni para presumir que somos creyentes. Se trata de preparar el corazón y de compartir solidariamente con el que no tiene. Si el amor no nos mueve, podemos caer en la hipocresía.