Jueves, 13 de marzo de 2025 | 1° Semana del Tiempo de Cuaresma

📖 Evangelio según san Mateo (Mt 7, 7-12)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

Si a alguno de ustedes le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!

Así, pues, todo lo que quieran que los demás hagan con ustedes, háganlo ustedes con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas».

🙏 Comentario

Orar es relacionarse con el Padre, es ser abrazado por su amorosa Presencia. La Iglesia nos invita en cuaresma a profundizar un poco más en la oración. Sin embargo, es recomendable que nuestra oración sea generosa, es decir, que además de extenderla un poco más en tiempo, en nuestras peticiones estén los demás presentes. Somos hijos del Padre, tenemos muchos hermanos por los cuales suplicar.

A pesar de que Dios conoce lo que necesitamos, Jesús nos dice: "Pidan". El Padre bueno desea concedernos infinidad de cosas buenas, pero es necesario pedirlas. Solo pide quien necesita y tiene confianza; pedir es una forma de reconocer nuestra mendicidad y de proclamar nuestra confianza en Dios.

También hay que buscar. La vida espiritual es una aventura constante de búsquedas (de caminos, respuestas, soluciones, etc.). Y pedir, pueden los demás por mí, pero buscar, solo a mí me compete. La calidad del hallazgo depende de la calidad de la búsqueda; por eso debe ser algo que solo me compete a mí.

El discípulo debe afinar sus oídos para escuchar el llamado de Dios. De ahí que se invite a profundizar en la oración: solo quien pasa tiempo con Él puede escucharle y discernir el llamado. Y cuando el camino no es muy claro hay que llamar esperando en su Palabra: "al que llama se le abre".

💌 Mensaje

Pedir, buscar, llamar... solo quien necesita y tiene confianza se atreve a ello. El Padre es un Dios bueno dispuesto a dar con generosidad; a acompañar nuestras búsquedas; y a llamarnos, y dejarse llamar, para salir a testimoniar a Cristo y a hacer el bien.