Domingo, 23 de marzo de 2025 | 3° Semana del Tiempo de Cuaresma
📖 Evangelio según san Lucas (Lc 13, 1-9)
En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió: «¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera». Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador respondió: “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».
🙏 Comentario
Una higuera que no da frutos, ¿para qué sirve? Con esta parábola Jesús quiere cuestionar a sus oyentes. La conversión es una urgencia y no debe posponerse por nada. Está en juego la entrada en el reino y salvación.
Para que la conversión sea una realidad hay que ir a la raíz, no quedarse en las ramas. Es un movimiento de adentro hacia afuera, tene que tocar el corazón y la mente, sacudirles, estremecerles. Debe ser una restructuración en la forma de pensar y sentir, que luego se reflejará en las relaciones.
Dios es misericordioso y así nos lo deja ver la parábola: el viñador intercede para que aquel dueño no corte la viña y le dé un plazo más para que obtenga frutos. Jesús es ese intercesor que ha dado su vida por nuestra salvación. Pero llegará el día de presentarnos ante el padre y él examinará nuestros frutos. Si fueron dignos del reino, entraremos en su morada eterna; si no, nos perderemos de su reino por toda la eternidad. He ahí que sea urgente la conversión, no es algo que deba posponerse porque nadie sabe el día y la hora.
💌 Mensaje
La conversión es una urgencia y no debe posponerse por nada. Está en juego la entrada en el reino y salvación. Es un movimiento de adentro hacia afuera: debe tocar el corazón y la mente, y luego se verá reflejado en nuestras relaciones.
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