Viernes, 21 de febrero de 2025 | 6° Semana del Tiempo Ordinario

📖 Evangelio según san Marcos (Mc 8, 31-9.1)

En aquel tiempo, llamando a la gente y a sus discípulos les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles».

Y añadió: «En verdad les digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia».

🙏 Comentario

Seguir a Jesús. Ir tras sus huellas. La invitación es a tomarnos la fe enserio. No basta con creer en Dios o con saberse el credo, algunas oraciones o un contenido teológico. Es necesario seguir a Jesucristo haciendo una opción de vida existencial. Y eso cuesta, pero es lo más gratificante del mundo.

El Señor es sincero, no promete un camino de flores sino que nos habla de negación a sí mismo, de tomar la cruz. El camino es exigente pero bello, es cuesta arriba pero vale la pena. Y cada quien desde su vocación particular tendrá negaciones distintas y una cruz diferente.

Quien opta por Cristo y su evangelio, gana la vida eterna y salva su alma. Sin embargo, el hombre es libre de elegir si hacerlo o no. De hecho Jesús comienza diciendo "Si alguno quiere...". Dios siempre respetará la libertad humana, no se impondrá a la fuerza ni con violencia.

Seguir al Maestro es ante todo trazar un proyecto de vida evangélico. Por eso decía que no basta con creer en Dios, porque los demonios también creen pero su actuar cotidiano es contrario al amor de Dios y al evangelio.

💌 Mensaje

No basta con creer en Dios, la invitación es a seguir a Jesús haciendo una opción de vida existencial. Quien se decida por Cristo y su evangelio, ganará la vida eterna. El camino es exigente: habrá renuncias y también cruz.