Martes, 18 de febrero de 2025 | 6° Semana del Tiempo Ordinario
📖 Evangelio según san Marcos (Mc 8, 11-13)
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó tomar pan y no tenían más que un pan en la barca. Y Jesús les ordenaba diciendo: «Estén atentos, eviten la levadura de los fariseos y de Herodes». Y discutían entre ellos sobre el hecho de que no tenían panes. Dándose cuenta, les dijo Jesús: «¿Por qué andan discutiendo que no tienen pan? ¿Aún no entienden ni comprenden? ¿Tienen el corazón embotado? ¿Tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen? ¿No recuerdan cuántos cesto de sobras recogieron cuando repartí cinco panes entre cinco mil?». Ellos contestaron: «Doce». «¿Y cuántas canastas de sobras recogieron cuando repartí siete entre cuatro mil?». Le respondieron: «Siete». Él les dijo: «¿Y no acaban de comprender?».
🙏 Comentario
La levadura es un ingrediente sencillo pero importante en la elaboración del pan. Esta hace que la masa crezca y se esponje. Así que es fundamental en el proceso de preparación porque su acción afecta mucho a la masa. Hoy Jesús advierte a sus discípulos que se cuiden de la levadura de los fariseos y de Herodes. ¿A qué se refería? Los fariseos eran unos cumplidores estrictos de la Ley, pero hipócritas y legalistas. Herodes, entre otras cosas, era un hombre esclavizado por la sensualidad y la superficialidad. Cuidarse de esta levadura es necesario, no sea que termine fermentando todo y el discípulo deje de serlo y venda a su Señor.
Sin embargo, los discípulos no estaban atentos a la enseñanza, estaban discutiendo entre ellos. No tenían pan para el viaje. Jesús, que tiene una sensibilidad para todo y que está al tanto de todo, se da cuenta e interviene. Entonces los cuestiona: "¿Aún no entienden ni comprenden?". Él, que había multiplicado el pan anteriormente, podía solucionar esta cuestión. No obstante, los discípulos todavía no entendían nada, les costaba confiar en Dios, en que Él siempre está atento a las necesidades de todos, en que su Providencia tampoco les fallaría en esta ocasión.
El pecado es como una levadura que puede fermentar la vida espiritual y hacer que el creyente le dé la espalda a Dios. Por eso hay que estar alerta y mantenerse acompañado por otros en la fe. La comunidad es un regalo de Dios. También lo es la dirección espiritual. Pero se necesita fe: para caminar juntos a otros, para dejarse acompañar espiritualmente, para confiar en Dios y en su Providencia, para estar atentos a lo que Jesús va iluminando en el camino, para hacer del evangelio la ruta de vida.
💌 Mensaje
El mal sabe sembrar su levadura y busca que esta fermente todo y que la vida del creyente se tuerza y este le dé la espalda a Dios. Por eso es importante caminar en comunidad, dejarse acompañar por otros y creer en la providencia divina.
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